En los años 70 y 80 a los niños nos equipaban con una prenda llamada verdugo. Las madres nos colocaban a los niños y a las niñas aquel gorro cerrado, que dejaba tan solo la cara al descubierto.
Se trataba de un gorro de lana que picaba, incómodo, molesto. A los niños los peinaban con la raya a un lado y luego les colocaban el verdugo. A las niñas nos plantaban una trenza o las coletas, y después el verdugo. Y nos íbamos al colegio quejándonos todo el tiempo. Aunque en vez de ir la cole parecía que íbamos a atracar un banco…
En aquellos años escolares hacía frío de verdad, cuando las estaciones se comportaban siempre como tales…