¿Te has encontrado explicándole a un joven de hoy lo que significa rebobinar una cinta? Esta es una clara señal de que viste muchas películas en tu VHS. ¡O tal vez las veías en cintas de Beta! Definitivamente tuviste una infancia memorable.
No es que en los años 80 no nos habría gustado tener internet, pagar una vez y ver todas las películas que existan. Es que hay algo único en haber tenido que esperar a que nuestros padres nos llevasen a los videoclubs. ¡Ni siquiera las comprábamos! Íbamos a alquilar películas y las veíamos en nuestros reproductores VHS y Betamax.
La llegada del vídeo nos dio la libertad de salir el fin de semana y grabar la película y de acceder a un consumo de cine amplio y variado, permitiéndonos ver películas de las que habíamos oído hablar y que teníamos por míticas, y que el nuevo invento nos ponía al alcance de la mano. Era el caso de películas de los años 70 que no habíamos podido ver en el cine: La naranja mecánica, Rocky, Carrie, El exorcista, La guerra de las galaxias, y muchas más.
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